viernes, 30 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Alicante
 
El Cantar de mío Cid no cita, salvo en el caso de Denia, la presencia del Cid por Alicante, la historia, a través de las Crónicas Generales y la Historia Roderici, hablan de los recorridos que hizo Rodrigo por la zona hacia los años 1089 ó 1090, antes de la conquista de Valencia.
Hacia el año 1088, desterrado por segunda vez y hallándose en Elche, Rodrigo Díaz de Vivar, con la necesidad de afianzar su posición, recorrió buena parte de la provincia, sin dejar, como dice Ben Alcama "piedra enhiesta, ni señal de puebla ninguna".
El Camino del Cid por Alicante atraviesa por parajes serranos localidades jalonadas por castillos defensivos, la mayoría de origen almohade, para finalizar en Orihuela, el punto más al sur al que Rodrigo Díaz de Vivar llegó a extender su influencia.

jueves, 29 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Valencia
 
Con respecto a la ciudad de Valencia, el poema narra cómo durante varios años el Cid se desplaza por las costas y las sierras valencianas en perpetua lucha, debilitando el corazón del reino, hasta que, finalmente, tras un duro asedio que se prolonga durante diez meses, Valencia se rinde al CampeadorHistoria y leyenda se funden esta parte del Cantar, que nos lleva a través de sus versos a Benicadell, Cullera o Gandía o a ciudades como Sagunto, Játiva o Valencia.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Castellón
El Camino del Cid en Castellón transcurre por la comarca de Els Ports y llega hasta zonas costeras. El Anillo del Maestrazgo —con doscientos kilómetros de longitud— ha de ser recorrido en varias jornadas. En algunas localidades de este trazado existen numerosas oportunidades para realizar actividades como el senderismo o los deportes de aventura.
El Anillo de Morella es una continuación del Anillo del Maestrazgo. La ruta, marcadamente histórica, tiene como objetivo principal la localidad castellonense de Morella.

martes, 27 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Teruel
 
En el siglo XI, las tierras de Teruel estaban divididas entre las taifas de Albarracín, Zaragoza y Valencia. En el Cantar son lugar de paso y base de operaciones desde donde lanzar ataques y algaras.
Numerosos son los testimonios que hablan de la presencia de Rodrigo Díaz de Vivar en la actual provincia de Teruel. La historia y la leyenda se entremezclan en los pasajes turolenses del Cantar: desde el Poyo del Cid hasta Cella o Albarracín
En buena parte del Camino, Teruel cuenta con camino senderista, enganchando desde Cella hasta La Puebla de Valverde con la Vía Verde de Ojos Negros. Posee además tres anillos, el de Montalbán, y los del Maestrazgo y Morella, estos dos últimos compartidos con la provincia de Castellón

lunes, 26 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Zaragoza
 
Una parte importante del Camino del Cid hacia el destierro discurre en los dominios islámicos de la Taifa de Zaragoza, a cuyo servicio estuvo el Cid histórico durante varios años. Zaragoza fue, durante los siglos XI y XII una de las taifas más importantes de Al-Ándalus, así como un centro artístico e intelectual de primer orden.
La ruta del Cantar discurre entre las márgenes de los ríos Jalón y Jiloca: dos vegas en las que el Cid cobraba sus tritutos. La negativa de una de estas localidades - Alcocer - a pagar, provocó la conquista de su castillo y la posterior batalla de Alcocer. Este itinerario cidiano pone de manifiesto la importancia del agua en la Edad Media. A su paso por Zaragoza, el camino puede recorrerse por caminos senderistas o bien por carretera.

jueves, 22 de septiembre de 2011

El Camino del Cid en la provincia de Guadalajara
 
Dos rutas del Camino del Cid recorren las tierras de Guadalajara. La primera sigue los pasos de El Cid en territorio musulmán, donde se adentró por la Sierra de Miedes. La toma de Castejón marcará el inicio de las incursiones del Cid, cuyo ejército llegará hasta la propia Guadalajara, en la expedición que hizo Álvar Fáñez remontando el curso del Henares. La segunda ruta transcurre por el Señorío de Molina de Aragón, paso natural durante el Medievo en la ruta de Castilla a Levante. Dentro de esta ruta destacan las poblaciones de Anguita (con sus grandes casonas típicamente serranas, junto a iglesias y demás construcciones de especial interés histórico-artístico) y la propia Molina de Aragón (con su gran castillo-alcazaba, numerosísimas iglesias y el palacio del Virrey de Manila). Esta ruta se caracteriza por pasar por terrenos de paramera (Campo Taranz, Parameras de Maranchón, Sierra de Solorio), terrenos de necesaria protección, al encontrarse un importante espectro de especies animales y vegetales.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

El Camino del Cid a su paso por Burgos puede recorrerse en su mayor parte por caminos históricos de carácter senderista o bien por carretera. Independientemente de la opción que escoja el viajero, el Camino del Cid tiene su inicio en Vivar.

 El Camino del Cid en la provincia de Soria

 
La provincia de Soria está ligada al Cantar de mío Cid: la toponimia, topografía y geografía local está descrita con detalles que ha llevado a diversos investigadores a creer que el autor anónimo del poema pudo ser de San Esteban de Gormaz o de Medinaceli, una teoría que para el profesor Alberto Montaner Frutos "carece de fundamentos sólidos". En el siglo XI, Soria es lugar de paso entre el Levante y Castilla. El autor del Cantar describe el camino hacia el destierro de El Cid y sus huestes y narra el viaje de las hijas del Cid y de sus maridos los infantes de Carrión, que culmina con el ultraje de éstas en el Robledal de Corpes (actual Castillejo de Robledo) y su regreso a Valencia, escoltadas por Álvar Fáñez. Todas estas rutas concluyen en un solo itinerario que transita, mayoritariamente, por carreteras secundarias.

martes, 20 de septiembre de 2011

Acompañado por su mujer, sus dos hijas y un reducido grupo de parientes y amigos, El Cid se encamina así hacia el destierro, que le llevará por tierras musulmanas hasta Valencia.
En la provincia de Burgos, el Camino del Cid tiene cuatro paradas importantes: Vivar del Cid, patria chica del Campeador: Burgos, ciudad de abundantes referencias cidianas; el Monasterio de San Pedro de Cardeña, igualmente ligado a la figura mítica del Cid; y Spinaz de Can, el paraje en el que el Cid acampó camino del destierro, y que algunos autores sitúan en el entorno de Pinarejos, tal y como explica Alberto Montanter citando, a su vez, a Ramón Menéndez Pidal y a Ian Michael:
Pidal y Michael suponen que Spinaz de Can estaba en los montes situados al sur de Santo Domingo de Silos y al norte de Huerta del Rey. Gracía Pérez lo identifica con Espinosa de Cervera, a 74 kilómetros al sur de Cardeña, sin otro argumento que el relativo parecido fonético de ambos topónimos, posibilidad que rechazó M. Pidal.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Recorrido por provincias
El Camino del Cid vincula un total de 365 núcleos poblacionales pertenecientes a las ocho provincias que lo integran. La ruta, por su distribución geográfica, vertebra el interior de la Península con la costa mediterránea.

 El Camino del Cid en la provincia de Burgos

Desterrado por su rey Alfonso VI, el Cid se ve obligado a dejar las tierras castellanas con la orden de abandonar el reino en un plazo de nueve días. Los primeros versos del Cantar de mío Cid reflejan la tristeza del Cid cuando, a lomos de su caballo, Babieca, vuelve la mirada para ver los muros de su casa y propiedades, en Vivar.
Cantar de mío Cid. Cantar Primero.De Vivar a Burgos
De los sos ojos tan fuertemientre llorando,
tornava la cabeça e estávalos catando.
Vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos
,
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiró mio Cid, ca mucho avié grandes cuidados,
fabló mio Cid bien e tan mesurado:,
-¡Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto!

¡Esto me an buelto mios enemigos malos!-
Versos 1 y ss. Cantar de mío Cid

viernes, 16 de septiembre de 2011

El Camino del Cid cuenta con una amplia diversidad de recursos. A los Patrimonios de la Humanidad de origen medieval como la catedral de Burgos, el mudéjar aragonés, la Lonja de Valencia o el Palmeral de Elche, se unen numerosos lugares y poblaciones de importante valor patrimonial como Covarrubias (Burgos), El Burgo de Osma (Soria), Sigüenza (Guadalajara), Daroca (Zaragoza), Albarracín (Teruel), Morella (Castellón), Játiva (Valencia) o Elche y Orihuela (Alicante).
Además de estos lugares, existen otros enclaves de interés. Ejemplos de arte románico, mozárabe, mudéjar, islámico y gótico conviven en este itinerario junto con parajes de valor medioambiental como los sabinares del Arlanza (Burgos), el Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara), las lagunas de Gallocanta (Zaragoza), la Sierra del Maestrazgo (Teruel y Castellón), la Albufera de Valencia o el Palmeral de Elche (Alicante).

jueves, 15 de septiembre de 2011

Desde sus orígenes, el itinerario se ha identificado con el recorrido seguido por El Cid en el Cantar. Además, el Cantar ha facilitado el conocimiento de su protagonista convirtiéndose junto al Quijote y el don Juan en uno de los personajes más destacados del imaginario español. En esta línea, Gonzalo Martínez Díez explica:
La admiración que suscitaba la personalidad y las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar cautivaron incluso a sus propios adversarios musulmanes; éste es el caso de Ibn Bassam, escritor coteáneo del Cid.
Se trata de uno de los personajes heroicos más importantes de la historia medieval europea. La impronta de El Cid se proyecta en la cultura europea a través de numerosas expresiones artísticas Le Cid de Corneille, siglo XVII; la ópera Le Cid de Massenet, siglo XIX: la película El Cid, de Anthony Mann, 1961, etc. Más allá de sus cualidades artísticas, estas obras confirman una presencia secular de El Cid en la conciencia y la simbología occidentales a lo largo de los siglos así como el interés que aún despierta el personaje.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El Camino del Cid, al estar basado en el Cantar, es una ruta literaria. En el poema se citan muchas localidades ligadas al Cid histórico así como pasajes muy concretos.Las principales razones por las que se adoptó el Cantar como principal referente a la hora de diseñar los trazados del Camino del Cid en perjuicio de lugares que, históricamente han estado vinculados a la figura del Cid —como Zamora— son, entre otras, por la imposibilidad de trazar un camino histórico fidedigno, debido a la escasez de fuentes y a la inexactitud de las mismas. En el caso de que pudieran determinarse estos itinerarios, su gran longitud imposibilitaría su configuración como recurso turístico, pues el Cid histórico recorrió, al margen de las provincias que integran la actual ruta, otras como la ya citada Zamora, Murcia, Oviedo, Sevilla, Barcelona o las comunidades autónomas de La Rioja y Navarra.

martes, 13 de septiembre de 2011

El itinerario planteado por la Diputación burgalesa, en origen de 18 kilómetros, fue el inicio del camino actual, que cuenta con más de 2.000 kilómetros de recorrido. En el año 1998, la Diputación Provincial de Soria se unió al proyecto. En ese momento, el Camino del Cid adquirió dimensión regional. Posteriormente, la Diputación de Guadalajara se sumó a las de Burgos y Soria, y desde allí se invitó al resto de Diputaciones que, en la actualidad, integran el Consorcio Camino del Cid (Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante), a incorporarse al proyecto.Finalmente, las ocho diputaciones implicadas firmaron un protocolo en el Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) comprometiéndose a crear un itinerario turístico-cultural que, por sus dimensiones y contenido, pudiera convertirse en un importante itinerario literario europeo. El protocolo se cristalizó con la creación del Consorcio Camino del Cid, una institución pública sin ánimo de lucro de la que son miembros las ocho diputaciones fundadoras y cuya sede se ubica en el Real Monasterio de San Agustín, en Burgos

lunes, 12 de septiembre de 2011

Con estos precedentes la Diputación de Burgos, en el año 1996, ideó habilitar un camino senderista que uniera Vivar del Cid con San Pedro de Cardeña a través de la ciudad de Burgos, los tres hitos fundamentales que aparecen reflejados en los primeros versos del poema.
Cantar de mío Cid. Cantar Primero.
De Vivar a Burgos
Allí piensan de aguijar, allí sueltan las riendas.
A la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
Meció mio Cid los ombros e engrameó la tiesta:
- ¡Albricia, Álvar Fáñez, ca echados somos de tierra!-
en su conpaña sessaenta pendones.
Exiénlo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos, tanto avién el dolor,
de las sus bocas todos dizían una razón:
-¡Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor!-

[...]
Salida de Burgos
Spidiós el caboso de cuer e de veluntad.
Sueltan las riendas e pinesan de aguijar.
Dixo Martín Antolínez, el burgalés natural:
- Veré a la mugier a todo mio solaz;
castigarlos he cómmo abrán a far.
Si el rey me lo quisiere tomar, a mí non m´incal.
Antes seré convusco que el sol quiera rayar.-
Tornávas´Martín Antolínez a Burgos e mio Cid a aguijar,
pora San Pero de Cardeña, cuanto pudo espolear.
Versos 10 y ss. Cantar de mío Cid

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Cantar de mio Cid es una obra literaria en la que se entremezclan historia y ficción. El itinerario seguido por el Cid histórico no se corresponde íntegramente con el descrito en el Poema. Esta cuestión también puede trasladarse a la figura del Campeador, tal y como explica Gonzalo Martínez Diez,
"es preciso distinguir y separar netamente dos personajes muy diversos: uno es el Rodrigo Díaz, noble castellano y conquistador de Valencia, y otro el Cid del Cantar o de la leyenda, el de la jura de Santa Gadea, el padre de la hijas afrentadas en el robledal de Corpes o el de las cortes de Toledo. Muy poco o nada tiene que ver el primero, el personaje nacido hacia el año 1050 en el reinado de Fernando I y muerto en 1099 en el de Alfonso VI, con el segundo, el nacido y crecido en la mente y devoción creadora de los juglares y en la genial inspiración del autor del Cantar de mío Cid, aunque revista sus invenciones de detalles seudohistóricos con el fin de insuflar verismo o verosimilitud histórica a la creación artística".
En el Cantar de mío Cid, su autor debió de utilizar las referencias históricas a su alcance y sus propios conocimientos geográficos para diseñar una ruta conformada mayoritariamente por calzadas romanas, rutas comerciales y caminos históricos. Partiendo de esta teoría, no puede hablarse de una ruta imaginaria, sino de una red de caminos y lugares sobre la que se asienta el argumento del Cantar. Este entramado de caminos —algunos de los cuales perviven en la actualidad— comenzaron a recorrerse ya como itinerario cidiano a finales del siglo XIX, cuando Archer Huntington, fundador de la Hispanic Society of America, y poco después Ramón Menéndez Pidal y su mujer María Goyri iniciaron la búsqueda de las huellas del Cid por tierras castellanas y aragonesas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Otra ruta cultural...

El Camino del Cid es un itinerario turístico cultural basado en un personaje histórico, Rodrigo Díaz, y en una obra literaria: El Cantar de mío Cid. En ambos casos se trata de referencias de ámbito internacional: el Cid, "héroe castellano por excelencia, el caballero más excelso de la España medieval" y el Cantar, "una de las grandes obras clásicas de la literatura europea".
La ruta atraviesa ocho provincias españolas (Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante) pertenecientes a cuatro Comunidades Autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana). Puede recorrerse tanto por carretera como por sendero

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Desde la primeras transcripciones musicales a finales del siglo XIX, la transcripción de la polifonía del Calixtinus ha sido difícil y polémica. Ello es debido a que la polifonía está en notación lorena, que era la usada en el norte de Francia para el canto monódico gregoriano, por lo cuál no expresa ningún valor rítmico particular, sólo el ritmo libre del canto gregoriano. Pero por otra parte, la polifonía tenía que tener forzosamente un ritmo determinado que permitiera a las dos voces (3 en el Congaudeant catholici) cantar juntas de forma armónica.
La primera transcripción en notación musical moderna fue realizada, en 1882, por el cantor de las Monasterio de las Descalzas Reales (Madrid), José Flores Laguna, quién transcribió los himnos Dum Paterfamilias y Ad honorem Regis summi. En la fiesta de Santiago del 25 de julio del mismo año, se cantaron ambos himnos en la Catedral de Santiago, por primera vez desde los tiempos medievales. Ya esta primera transcripción provocó una intensa polémica qué duró más de 20 años, en cuanto a la línea melódica y sobre todo en cuanto al ritmo, en la que intervinieron entre otros, Francisco Asenjo Barbieri. Después, el monje benedictino de la Abadía de Solesmes, Joseph Pothier, hizo una nueva transcripción del Dum Paterfamilias, según el sistema rítmico de Solesmes, como era de esperar.
En 1924, el musicólogo Friedrich Ludwig realizó las primeras transcripciones de obras polifónicas del Calixtinus, transcribiendo varios organa en varios sistemas rítmicos. En 1931, Peter Wagner, profesor de la Universidad de Friburgo (Suiza), realiza la primera transcripción completa de todas las obras musicales del Calixtinus y en 1944, por encargo del Instituto de Estudios Gallegos, el monje benedictino del Monasterio de Silos, Germán Prado, realiza otra transcripción completa acompañándola de un facsímil con los folios del manuscrito que contienen música. Ambas transcripciones, la de Wagner y la de Prado se realizan siguiendo el sistema gregoriano de Solesmes, transcribiendo en notación cuadrada los neumas originales del códice, sin plantearse problemas rítmicos o interpretativos.
A partir de 1950, surgen numerosos estudios que proponen nuevos sistemas de transcripción, entre los que destacan los de Willi Apel, Walther Krüger, Johann Schubert, Bruno Stäblein, Theodore Karp, Heinrich Husmann, Paul Helmer, Hendrik van der Werf, etc. Entre los musicólogos españoles, destacan las trancripciones de la polifonía de Higinio Anglés, publicada en 1962 y de José López-Calo, en 1981
La conquista de Valencia
 
Este itinerario comienza, precisamente, en Cella, y sigue las huellas del Cid por las numerosas localidades tributarias del Cid (Montanejos, Jérica, Segorbe...) hasta llegar a Valencia. En el Cantar, el Cid entra en un territorio hostil y desconocido, en el que sólo la movilidad de su mesnada y la fuerza pueden asegurar su supervivencia. En esta parte, el poema narra cómo durante varios años el Cid se desplaza por las costa y las sierras valencianas en perpetua lucha, debilitando el corazón del reino hasta que, finalmente, tras un duro asedio, que se prolonga durante diez meses, Valencia "la clara" así cantada por poetas y descrita por geógrafos árabes, se rinde al Campeador, hecho histórico e insólito en la España medieval.

martes, 6 de septiembre de 2011

En el encabezamiento de las composiciones del apéndice polifónico y de algunas de las piezas para una sola voz en el Libro I, aparece en tinta roja el supuesto autor de la misma. En general, estos supuestos autores son obispos y personajes célebres de París y otras iglesias, por lo que algunos investigadores creen que esta atribución no debe ser tenida en cuenta ya que figurarían con la intención de dar prestigio y autoridad a las obras. Sin embargo, otras investigaciones modernas sostienen que alguna de esas atribuciones, como la de Albertus Parisiensis, podrían ser verosímiles, debido a que las obras polifónicas se deberían a compositores ligados a la Catedral de Notre Dame de París.
En total son 16 los personajes a los que se atribuyen obras:
  • Ato episcopus Trecensis. Corresponde a Atón, obispo de Troyes, quien en 1145 se retiró a la Abadía de Cluny. Se le atribuyen 7 composiciones en el apéndice polifónico.
  • Magister Goslenus episcopus Suessionis. Maestro Goslenus, obispo de Soissons. Murió en 1152. Se le atribuyen 2 obras en el apéndice polifónico.
  • Magister Albericus archiepiscopus Bituricensis. Maestro Alberico (Aubry), Arzobispo de Bourges, en Berry. Murió en 1141. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
  • Fulbertus episcopus Karnotensis. Fulbertus, obispo de Chartres. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico y 6 obras monódicas en el Libro I.
  • Magister Albertus Parisiensis. Maestro Albert de Paris. Se trata de Albertus Stampensis (Etampes), canónigo de la Catedral de Notre Dame de París y cantor desde 1146 hasta su muerte en 1177. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico: la famosa composición "Congaudeant catholici".
  • Magister Airardus Viziliacensis. Maestro Airardus de Vézelay. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
  • Magister Gauterius de Castello Rainardi. Maestro Gauterius del Castillo de Rainardi. Se le atribuyen 3 obras en el apéndice polifónico.
  • Magister Iohannes Legalis. Maestro Johannes Legalis. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
  • Magister Droardus Trecensis. Maestro Droardus de Troyes. Se le atribuyen 2 obras en el apéndice polifónico.
  • Aimericus Picaudi, presbiter de Partiniaco. Aymeric Picaud, presbítero de Parthenay, en Poitou. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico.
  • Antiquo episcopo Boneventinus. Antiguo obispo de Benevento. Se le atribuye 1 obra en el apéndice polifónico y 1 obra monódica en el Libro I.
  • Guillelmo patriarcha Iherosolomitano. Se le atribuyen 3 obras monódicas en el Libro I.
  • Magistro Anselmo I. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
  • Magistro Rotberto cardinali Romano. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
  • Fortunato Pictavensi episcopo. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.
  • Quodam Doctore Galleciano. Cierto doctor de galicia. No identificado. Se le atribuye 1 obra monódica en el Libro I.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Notación
El "Dum pater familias" es la única composición del códice en notación aquitana de puntos "in campo aperto", que es la notación que se empleó preferentemente en España tras la supresión del canto hispánico. El resto de las obras van en notación lorena, con grandes semejanzas con la notación de los manuscritos de la región de Nevers, en Borgoña. Por este motivo, algunos especialistas sostienen que la parte musical del códice es debida a los monjes benedictinos de Vézelay, que era uno de los puntos de partida del Camino de Santiago. El himno "Dum pater familias", añadido al final del códice, sería por tanto la única composición que podría haber sido copiada en el entorno de Santiago. Además el último de los Benedicamus del suplemento gregoriano del Libro I, "Regi perennis glorie", se le atribuye a cierto doctor de Galicia (Quodam Doctore Galleciano) no identificado.

 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Tres partes del Calixtinus incluyen música:
  1. El Libro I (de las liturgias). Como se ha indicado anteriormente, incluye la música de los oficios y las misas, así como un suplemento gregoriano. Una de las piezas es polifónica, el resto, monódicas.
  2. El Apéndice I, que contiene 21 piezas polifónicas: 7 Benedicamus, 4 responsorios, 5 conductus, 2 Kyries, 1 Gradual, 1 prosa y 1 Aleluya.
  3. El Apéndice II, con el himno Dum pater familias.

 Características generales

Las 22 obras polifónicas del Calixtinus pertenecen a la primera etapa de la polifonía europea, periodo conocido con el nombre de ars antiqua. Durante muchos años se relacionaron con las composiciones pertenecientes a la Escuela de San Marcial de Limoges. Sin embargo, las composiciones del Calixtinus son más elaboradas que en el repertorio de Saint Martial, considerándose hoy en día emparentadas con los experimentos que se estaban desarrollando en París, en la nueva Catedral Notre Dame, durante los años 1165-1180 y que culminarían poco después con las composiciones de la llamada Escuela de Notre Dame de París.
Todas las piezas son a dos voces, excepto el Congaudeant catholici que es a tres. Las formas musicales representadas son las típicas del ars antiqua:
  • el conductus: aparece principalmente en los tropos del Benedicamus Domino, de los kyries y de otras piezas litúrgicas como prosas, secuencias, etc. Los conducti de Benedicamus son los más numerosos. La voz principal es el tropo de la pieza polifónica, mientras que la voz organal es una melodía más o menos adornada en el registro agudo. Estos tropos polifónicos a veces tienen forma responsorial, incluyendo después de cada estrofa un breve estribillo, como ocurre con el Congaudeant catholici.
  • el organum: aparece en ciertas piezas litúrgicas como responsorios, graduales, aleluyas y Benedicamus. Generalmente consiste en una melodía gregoriana monódica (voz principal), a la que, en un momento dado, se añade una segunda voz (voz organal) que desarrolla una melodía larga y adornada. Esta segunda voz puede estar al principio, en medio o hacia el final de la composición, pero generalmente termina con la melodía monódica. Comparados con los organa de la Escuela de Notre Dame de París, que aparecerían poco después, son más sencillos y condensados, sin llegar a desfigurar la voz principal. La voz organal no es tan melismática como los organa de la escuela parisina.
Hay también algunas piezas, como el Kyrie Cunctipotens Genitor, cuya forma es intermedia entre el conductus y el organum: tienen un tropo como voz principal, como en un conductus, y la voz organal desarrolla largos melismas, como en un organum.
El Codex Calixtinus es el primer manuscrito (junto con el ms. Londres, British Library, Egerton 2615, procedente de Beauvais) en utilizar el término "conductus" para una composición musical. Además, exceptuando algunas composiciones que se encuentran en algunos monasterios catalanes, contiene las piezas polifónicas más antiguas que se han conservado en la península Ibérica.
El himno "Congaudeant catholici", que es la única obra conocida para 3 voces en todo el siglo XII, se cree que fue compuesto originalmente para 2 voces (superior e inferior) y posteriormente se insertó una tercera voz entre las dos. Esta hipótesis se basa en el hecho de que la voz intermedia fue copiada en tinta roja en vez de en tinta negra como en el resto del manuscrito y además se copió en el tetragrama de la voz inferior. El mismo copista que copió esta voz, también añadió una segunda voz en tinta roja a dos conductus del suplemento gregoriano del Libro I: "Iacobe sancte tuum" (f. 131) y "In hac die laudes cum gaudio" (f. 131v). La primera de estas dos piezas aparece repetida en el apéndice polifónico (f. 215v). Existen además, otras 7 composiciones en el Libro I a una sola voz que aparecen de nuevo en el apéndice polifónico a dos voces, aunque en varios casos la concordancia es solo parcial: "Dum esset salvator in monte" (f. 107v, 216v), "Huic Iacobo" (f. 109v, 217), "Iacobe virginei" (f. 110, 217), "O adiutor omnium seculorum" (f. 110v, 217-217v), "Misit Herodes" (f. 118v, 218) y "Alleluia. Vocavit Ihesus Iacobum" (f. 119, 218v), "Regi perennis glorie" (f. 139, 216).

jueves, 1 de septiembre de 2011

Tres partes del Calixtinus incluyen música:
  1. El Libro I (de las liturgias). Como se ha indicado anteriormente, incluye la música de los oficios y las misas, así como un suplemento gregoriano. Una de las piezas es polifónica, el resto, monódicas.
  2. El Apéndice I, que contiene 21 piezas polifónicas: 7 Benedicamus, 4 responsorios, 5 conductus, 2 Kyries, 1 Gradual, 1 prosa y 1 Aleluya.
  3. El Apéndice II, con el himno Dum pater familias